"Es necesario comprender que el éxito de cualquier negocio siempre dependerá de la habilidad de quien provee un servicio o producto de satisfacer una necesidad de los clientes"
Así como un humano necesita aire para poder respirar, del mismo modo la economía necesita un constante flujo de capital para poder continuar funcionando, y si bien ese flujo es obtenido en buena medida a través de inversiones extranjeras otra gran parte es obtenida a través de los créditos de la banca comercial y las demás instituciones emisoras de crédito.
Todo negocio necesita un capital inicial para comenzar, y la forma más común de conseguir este capital más allá de los fondos propios es con crédito. No sería una exageración afirmar que el crédito y los préstamos son el principal motor de cualquier economía.
En esencia, los créditos ayudan a motivar e impulsar a nuevos negocios a emprender sus pasos iniciales o inclusive a aumentar el rango de las operaciones de negocios previamente establecidos, fomentando así el crecimiento económico.
Pero el beneficio del crédito no recae solamente en el deudor, es decir, la persona que solicita el crédito, también recae en el acreedor, quien se beneficia principalmente a partir de los intereses provenientes de las cuotas mensuales, pero cuando se trata de un programa de tarjetas de crédito hecho a la medida para un negocio hay que considerar varios aspectos adicionales.
Por suerte en OpenCard somos expertos ayudando a clientes a implementar y gestionar programas de tarjetas de créditos para atraer a más clientes y mejorar el rendimiento de sus negocios, así que hablemos un poco más sobre los aspectos más importantes de un programa de tarjeta de crédito.
Antes que nada, es necesario comprender que el éxito de cualquier negocio siempre dependerá de la habilidad de quien provee un servicio o producto de satisfacer una necesidad de los clientes, y es precisamente esa filosofía la que se debe aplicar a la hora de implementar una tarjeta de crédito para tus consumidores.
En ese sentido, la base de tu programa de tarjeta de crédito debe basarse en ofrecer un servicio que sea atractivo y conveniente para tus clientes para así motivarlos a utilizarlo, y existe una gran variedad de formas para lograr esto.
Una de las tácticas que casi todas las tarjetas de crédito tienen en común es la de atraer clientes por medio de la oferta de descuentos en el pago de productos o servicios seleccionados, ya que no hay nada más atractivo para un consumidor que la posibilidad de aumentar su porcentaje de ahorros.
Dicho así, ofrecer descuentos limitados a tus clientes por la compra de servicios o productos en tu local si realizan el pago con tu tarjeta de crédito sería un método muy efectivo para promover ventas e interés.
Otro incentivo similar pero que tiene un mayor grado de utilidad son los cashbacks, que no son más que un reembolso porcentual recibido por el pago de algún producto o servicio específico, siendo los ejemplos más típicos los cashbacks por pagos de gasolina o para compras en el supermercado.
Los cashbacks se diferencian de los descuentos por tener un alcance mucho mayor, ya que pueden inclusive ser aplicados a todas las compras hechas con la tarjeta de crédito pero con un margen de beneficio más pequeño y unos límites anuales más estrictos que los que se aplican a los gastos por servicios básicos que se mencionaron anteriormente, gasolina y víveres para el hogar.
Los parámetros que se deben tomar en cuenta al momento de implementar cashbacks en tu programa de tarjeta de crédito vienen siendo el monto mínimo necesario para que aplique el cashback, el porcentaje de la compra que será devuelto y el límite anual de capital que puede ser devuelto.
El éxito del cashback depende de lograr equilibrar bien esos 3 parámetros, ya que esa forma promueves el uso de tu tarjeta y al mismo tiempo beneficias a tus consumidores, creando una situación beneficiosa para todos.
También existen otros incentivos un poco menos populares hoy en día pero que cumplen muy bien el rol de impulsar tu tarjeta de crédito, que vienen siendo los puntos de crédito y las millas.
Los puntos de crédito, de la misma forma que los descuentos y los cashbacks, sirven para premiar a los clientes por usar frecuentemente sus tarjetas de crédito, ya que con ciertas compras acumulun puntos que luego pueden ser redimidos por premios como cupones de descuento para ciertos bienes o servicios, un abono del equivalente total de los puntos como dinero a tu cuenta o inclusive utilizarlos directamente en alguna tienda online del mismo modo que se utilizaría una tarjeta de regalo.
Las millas, por su parte, son un tipo de puntos de crédito que se consiguen mediante gastos hechos por servicios relacionados a viajes o turismo, como la compra de pasajes aéreos, y que pueden llegar a ser redimidos como descuentos en hoteles o pasajes aéreos, una forma muy práctica de enganchar a los consumidores que realizan viajes con frecuencia.
Estos son sólo algunos de los métodos de incentivo predominantes que se utilizan en los programas de tarjeta de crédito para atraer usuarios, pero lo que realmente hay que tener en cuenta cuando se diseña un programa de tarjeta de crédito es que el éxito de este depende no sólo de incluir muchos beneficiar para los usuarios para así promover mayor uso de la tarjeta y atraer más clientes sino también de marcar unos límites muy bien delimitados que mantengan rentable el servicio para el emisor.
Lo que define la rentabilidad de una tarjeta de crédito es la capacidad de ésta de mantener un número estable y creciente de usuarios, así que siempre es necesario que el emisor mantenga un plan de incentivos que motive a sus usuarios y que sea más atractivo que el de los competidores sin perder de vista la rentabilidad de este servicio para su propio negocio.
En Opencard somos expertos ayudando a nuestros clientes a crear programas de tarjeta de crédito rentables y que se ajusten a sus necesidades, así que te invitamos a averiguar un poco más sobre nosotros en nuestro portal web y sobre todas las posibilidades que existen en el mundo del crédito.